Hace mucho tiempo, en una Economía muy, muy lejana…
Tras la llegada de
Volcker a la presidencia de la Reserva Federal, las políticas keynesianas, indefensas
ante la Crisis del Petroleode 1973, fueron reemplazas por la nueva Teoría Monetarista. Tras
su derrota, Darth Keynes sería reemplazado por Milton Friedman Skywalker, que
junto a Ronald Reagan Kenobi, lucharían por llevar de una vez por todas, la
libertad a la economía…
La Crisis del Petróleo al fin quedaba atrás. Tras abandonar
las teorías expansivas keynesianas, que demostraron ser totalmente ineficaces
para salir de la recesión, la FED pasaba a la acción. En vez de aumentar sin
cesar la oferta monetaria bajando el tipo de interés, adoptó políticas
contractivas y subió el tipo de interés. En vez de subir impuestos y aumentar
el Gasto Público, bajó impuestos y redujo el gasto.
Un aire liberal se volvía a respirar en América. Ronald
Reagan había llegado a la presidencia.
Comenzaba una de las etapas de mayor concentración de
crecimiento en poco tiempo. Durante los primeros años de la década de los 80,
la economía estadounidense se recuperaba espectacularmente, ante las políticas
de austeridad instauradas por Reagan, que atrajeron inversión, riqueza y empleo.
Evolución del Desempleo durante la legislatura de Reagan
Crecimiento Real del PIB estadounidense durante la era Reagan
Reagan partía de una premisa correcta, y es que una
reducción de impuestos produce un gran aumento de la actividad económica, y
esto se puede traducir en un aumento de la recaudación.
Curva de Laffer
Sin embargo, pese a las muchas noches en vela que pasó
rezando a su querido amigo Laffer, la radical bajada de impuestos no fue capaz
de asumir el enorme gasto que se mantuvo, provocando un gran aumento de la
Deuda.
Aumento Deuda Pública durante la era Reagan.
Y es así, con grandes crecimientos en poco tiempo, financiado
por una gran masa de deuda, como las cosas tienden a torcerse, mientras el
mercado se apalanca y se sumerge en una ficción de crecimiento por encima de
sus posibilidades.
Por aquellos años, el Dow Jones (el indicador de las 30
empresas con mayor cotización en el mercado estadounidense) había ido de máximo
histórico en máximo histórico, marcando una tendencia que parecía no tener final.
Sin embargo, algo ocurrió en 1987 que empezó a mostrar lo
que se avecinaba. El mercado asiático cambió radicalmente de tendencia, y
comenzó a caer, lentamente, pero sin pausa. Esto afectó en poco tiempo a Europa
y por supuesto a Wall Street, que comenzó a entrar en una espiral bajista, pero
sin un rumbo claro.
Y así se mantuvo hasta que acabó el verano, y es entonces
cuando la tendencia pasó a retroceder sin titubeos. Durante unas semanas, Wall
Street vio como los principales indicadores llevaban unas pérdidas acumuladas
de más del 10%, y un miedo conocido volvía a apoderarse de los inversores
norteamericanos.
Sin embargo, para principios de octubre, la situación
pareció normalizarse. Lo peor ya había pasado. El temor dio paso al alivio. Al
menos durante el fin de semana.
Lunes 19 de octubre de 1987. En cuestión de unas horas, el
Dow Jones perdía 508 puntos, bautizándose como el Lunes Negro, término que no
se usaba desde hacía 58 años, y que se esperaba no volver a usar nunca más. La
caída al final del día fue del 22,6% superando a cualquiera de los días negros
del antaño 29.
Evolución del Dow Jones durante 1987
Las órdenes de venta se multiplicaron, como nunca antes lo
habían hecho. El pánico había vuelto para quedarse.
Antes de que acabase el mes, los mercados de valores de Hong
Kong ya habían caído un 45,8%, Australia un 41.8%, España un 31 %, el Reino
Unido un 26,4%, Canadá un 22,5 % y Nueva Zelanda un 60 %.
Ante este crack, se ponía al frente de la FED Alan Greenspan,
que actuó rápida y tan eficazmente que evitaría que la economía estadounidense entrase
en Depresión, e incluso llegaría a crecer durante el año inmediatamente
sucesivo. Esto le llevaría a presidir la Reserva Federal casi 20 años, sentando
sin embargo un triste precedente en cuanto a crisis financieras se refiere: la inyección
de dinero público al rescate del mercado.
Su legado acabaría en 2007. Qué curioso, no sé de que me suena este año.
Esto es todo por hoy, joven padawan. Somos el Club de la
Economía y siempre aquí estaremos. No es una amenaza, pero volveremos.
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